viernes, 5 de agosto de 2011

Metal, madera, se ensartan en mi cuerpo...

Con esta frase de la canción "Tocaré" de Tahures zurdos, me dispongo a presentaros mi nueva afición. 
Tras recibir un curso gratuito de guitarra  y entender las bases más sencillas de cómo tocarla, puedo decir que parte de mi tiempo hasta hoy lo empleo en tocar y cantar con la guitarra. 
Para alguien que siempre le ha gustado escuchar música, saber tocar y cantar sus canciones favoritas es un verdadero placer. 
Se trata de una actividad más tranqui que te permite estar cómodo, sentado y relajado. Aunque últimamente, salgo a poco sitios sin mi guitarra. Sóla o acompañada. Otra satisfacción: tocar la guitarra y que tus amigos canten esas canciones, pocos quedan indiferentes porque la guitar siempre anima el cotarro.
Primero me compré la eléctrica que hizo su función y estéticamente es chulísima, pero para llevarla de un lado a otro era muy pesada y sin el amplificador no se oye. Por eso, hace poco me hice con la acústica. Aunque ninguna de las dos son grandes guitarras a mi me suenan a gloria... Ahora entiendo a un amigo que decía, que  llegaría un momento en que oiría hablar a la guitarra.

Marisol y Lurleen

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